La primera semana de
junio “tapeando” me ha servido para ponerme en situación. Me ha hecho
plantearme cuál es mi papel en el proyecto, hasta que punto soy actor,
espectador, gestor u observador. He experimentado cómo mis prejuicios, en el
sentido más amplio del término, condicionan mi mirada y veo que tengo que
aprender no sólo a escuchar, sino también a mirar.
Después de mucho darle vueltas, creo que realmente la
hipótesis con la que estoy trabajando es que la experiencia estética compartida puede ser un instrumento de
intervención y transformación social.
Partiendo de esta premisa:
-El papel del artista
debe ser el de creador y gestor de estrategias motivadoras que inciten a la
participación.
-El proceso de co-creación se convierte en un hecho
artístico que se debe documentar.
-El espectador
participa de la experiencia, en directo o en diferido, y forma parte de
ella.
El arte puede se una actividad vinculada a la comunidad, al contexto específico, y plantea la posibilidad de colaborar en la construcción de una alternativa colectiva que participe activamente en los procesos de transformación social.
Estas son las ideas con las que trabajo. Leeré durante el
verano para perfilarlas y detectar aciertos, deficiencias, incoherencias…
No planteo nada nuevo en el entorno artístico, pero es lo
que desde principio de curso me ronda la cabeza.
He estado seleccionando y depurando videos y fotos. Con
ellos he hecho un primer montaje que da una idea del proceso.
Mi mirada edulcora la realidad hasta caer en lo kitch, pero
debe ser que mi madurez artística no da para más. Ya verás ¡qué… bonito todo….!
Creo además que implícitamente el video puede suscitar
reflexiones sobre la diversidad cultural, el valor de las cosas inútiles
(tapones) y la participación voluntaria en proyectos solidarios. Pero, aunque
todo eso lo he barajado como posibles hipótesis, intento centrarme en lo que me
ha puesto en marcha y formular mi planteamiento desde ahí.
He montado otro video con el macrorganismoflor que brotó en
el gimnasio y que me parece que responde más a lo que sería una “experiencia
estética compartida”
No sé si queda definido el qué y el porqué, si no es así ya
llegará. He necesitado experimentar la creación de un algo entre todos, otros,
dónde mi criterio no prevaleciera y
dejar que los otros fluyan. Sin ese aprendizaje no podía estar preparada para
escuchar las emergencias de un nosotros, ni pedir a alguien que me ayudara con
las mías.
Seguiré intentándolo...
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